Las caídas accidentales de los smartphones son uno de los mayores quebraderos de cabeza de los usuarios, que ven cómo las delicadas pantallas de sus dispositivos no tardan en resquebrajarse. Por fortuna, estas incidencias podrían llegar a su fin gracias a una idea patentada por Philip Frenzel, un estudiante universitario alemán de 25 años. El artilugio no deja de ser una carcasa protectora con sensores integrados y parachoques que se activan desde las cuatro esquinas de la funda cuando los primeros detectan que el móvil se está cayendo.
Esto permite minimizar el impacto contra el suelo, como si se tratase de una especie de airbag. Según recoge la web Techradar, el diseño patentado por Frenzel garantiza que ninguna parte del terminal choque directamente con una superficie lisa, aunque no está garantizado que proteja de la misma manera en terrenos irregulares.
Gracias a este dispositivo, Frenzel ha sido galardonado este año con el Premio Mechatronics en Alemania, y el próximo mes de julio pondrá en marcha una campaña en la web de micromecenazgo Kickstarter.