Esperábamos un nuevo iPhone de la línea más básica de Apple y según las filtraciones esperábamos que fuese 5G. la duda era, sobre todo, si iba a haber actualización del nombre y del diseño, y en el análisis del Apple iPhone SE (2022) vemos que nada de eso: el clásico mantiene su aspecto y su nomenclatura.
El nuevo móvil de Apple llega para competir con los más pequeños en tamaño con el mismo procesador que los iPhone 13, aunque con la ligera limitación que sigue poniendo a los Pro por encima de cualquiera de los móviles de Apple. Y lo más llamativo: que se mantiene el Touch ID con su marco.
Ficha técnica del Apple iPhone SE (2022)
IPHONE SE (2022) | |
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PANTALLA | Retina 4,7″ HD (1.334 x 750 px) TrueTone Hasta 625 nits |
PROCESADOR | Apple A15 Bionic |
GPU | 4 núcleos Neural Engine |
ALMACENAMIENTO | 64 / 128 / 256 GB |
CÁMARA | 12 MP, f/1.8, Deep Fusion, Smart HDR 4 Cámara frontal de 7 MP, f/2.2 Grabación de vídeo 4K a 60 fps |
CONECTIVIDAD | 5G, WiFi 6, BT 5.0 |
SISTEMA OPERATIVO | iOS 15 |
BATERÍA | «Hasta 15 horas de vídeo» |
DIMENSIONES Y PESO | 138,4 x 67,3 x 7,3 mm 144 g |
OTROS | Gorilla Glass, resistencia agua y polvo IP67, Touch ID, Apple Pay |
Diseño: “Toc, toc” “¿Quién es?” “Es 2014, que pide de vuelta su diseño icónico”
El iPhone 5c fue una manera de introducir una línea de iPhone de precio algo menos elevado y reciclar un formato. En aquel caso la opción más alta era un ìPhone 5s, que tenía un diseño similar pero ya introducía el Touch ID (entre otras diferencias).
La historia siguió con el primer iPhone SE, que ya supuso renunciar a una pantalla de 4,7 pulgadas como la de su coetáneo el iPhone 7 y a sus bordes curvos (al “reciclar” el iPhone 5s). Esta táctica siguió con el iPhone SE (2020), aunque ya con algo más de impacto a nivel de la diferencia de frontal con los iPhone 12, de manera que se enfrentaba el remanente de los marcos y la absoluta simetría que nacía en 2017 con el iPhone 6 con la era del notch, ya asentada desde el iPhone X. Y esto es lo mismo que ha sucedido este año: el iPhone SE (2022) prolonga el formato de 2014, enfrentándose a las pantallas OLED con altas tasas de refresco y del aprovechamiento del 86% del frontal (frente a un 65,4% con marcos y Touch ID).
El iPhone 13 mini a la izquierda y el iPhone SE (2022) a la derecha.
Es por eso que el iPhone SE nace vintage en cuanto lo sacas de la caja (pero esta vez sin cargador, por cierto). La trasera es un clon de la del SE de 2020 (ya con cristal) y el frontal luce esa simetría bilateral que corona el lector de huellas táctil, que además hace las veces de botón de inicio (aunque el clic sea fingido).
Es un diseño que es cómodo y un alivio a nivel de delgadez (los 7 milímetros que dejaron fuera al minijack de audio son, ahora más que nunca, un respiro a nivel de grosor), pero es directamente arcaico estéticamente hablando. Y veremos luego las implicaciones a nivel de uso por el diseño y las especificaciones del panel.
Además de la delgadez, lo positivo (y atractivo) de esta caja son las curvaturas de los bordes, que podemos perdonar por su comodidad y por ese gusto de que dibujen una semiesfera perfecta en su recorrido por todo el contorno del smartphone. La mezcla metálica que asoma entre dos lonchas de cristal y que en el caso del tono blanco roto (o Starlight) son de un tono plateado cálido.
Así, al comparar el iPhone SE (2022) con otros móviles de tamaño reducido y gama media-alta vimos que es más compacto que la mayoría de su competencia a nivel de dimensiones, pero no gana precisamente al rival que tiene en su mismo rellano: el iPhone 13 mini (que es más grueso, pero prácticamente pesa lo mismo y es algo más pequeño). Es, por tanto, una opción que puede entrar en nuestro radar si buscamos un móvil de menor tamaño que la mayoría de los actuales, con las ventajas añadidas de la comodidad, la adherencia y la excelente resistencia a las huellas dactilares.
Los botones físicos mantienen la ubicación, así como los altavoces y la bandeja para la SIM. El puerto de alimentación es nuevamente un Lightning y, como hemos dicho, ni tiene notch ni tiene minijack de audio. Sí incorpora Gorilla Glass (el mismo que los iPhone 13) y su resistencia a agua y polvo tiene la certificación IP67, habiéndolo usado sin problemas cuando la inevitable lluvia de estos días invadía la pantalla.
Pantalla: la doble simetría con calzador en la era del agujero y los marcos olvidados
Mientras la resolución FullHD+ se convierte en un estándar y es la opción más económica en un gama alta, la resolución HD se vuelve a hacer hueco en el catálogo de los iPhone con este SE. Vemos, en este caso, una pantalla IPS de 4,7 pulgadas con una resolución de 1.334 x 750 píxeles, con lo que quedan esos históricos 326 pixeles por pulgada de densidad que tanto aguantaron los iPhone mientras la competencia iba escalando.
¿En qué se traduce esto? En una buena experiencia a nivel de nitidez, con la ventaja de la neutralidad del IPS (que los smartphones de Apple han calibrado bien de manera histórica) y que incluso se defiende a nivel de contraste, pese a no contar con esos negros profundos de los OLED. Pero no es competitiva: la mayoría de móviles de gama media de Android tienen un mínimo de 408 píxeles por pulgada de densidad y un porcentaje de aprovechamiento del frontal que ya no suele bajar del 80% en ningún teléfono. Por no hablar de la tasa de refresco, aunque esto va relacionado con el tipo de pantalla, pero se nota algo menos fluido que un iPhone 13 en scrolls y demás.
Al margen de esto, la respuesta táctil es siempre correcta y también la temperatura, bastante neutra y con un ajuste True Tone que acierta en general. Lo que no acaba de estar afinado es el brillo automático, pero más que con el móvil creemos que es algo relacionado con iOS 15 (al experimentarlo en otros iPhone en estos momentos), así como que el brillo mínimo sea alto.
En este sistema operativo sigue habiendo opciones contadísimas de personalización. En los ajustes de pantalla vemos que podemos activar o no esas opciones que hemos comentado y que para la pantalla de inicio podemos elegir el fondo y poco más. La organización será sí o sí en escritorio (con el añadido de la Biblioteca) y con la opción de que se active la pantalla al levantarla. ¿Qué no tenemos? El toque para activar pantalla (y se echa de menos) como ocurre desde el iPhone X (el primero con OLED) o la pantalla ambiente, esto segundo no existente en el sistema.
Habernos acostumbrado a unos marcos finos hace que con este móvil se empobrezca mucho la experiencia de ver un vídeo o jugar. La visualización es correcta, pero las 4,7 pulgadas se nos quedan pequeñas y no dejamos de pensar el mayor aprovechamiento que tiene cualquier otro móvil, incluso un iPhone mini.
El dragón de ‘Genshin Impact’ en el iPhone SE (2022).
Rendimiento: prácticamente la única característica que nace actual
Si el iPhone SE (2022) puede presumir de algo es de cerebro, aunque estrictamente no se coloca en la primera línea de los móviles de Apple. Se trata del Apple A15 Bionic, pero con la configuración de GPU de los 13 no Pro y con sus mismos teóricos 4 GB de RAM.
Con eso vemos que funciona de manera fluida y no carraspea al ejecutar nada, ni las pruebas de rendimiento (que os pondremos a continuación) ni los juegos. De hecho, podemos echar largas partidas a juegos como el ‘PUBG’ o el ‘Genshin Impact’ sin que la temperatura del móvil se eleve significativamente.
Aquí os dejamos los resultados de los benchmarks que hemos podido sacar en este móvil con iOS comparándolos con móviles de la competencia, con capturas de pantalla de algunos otros más a continuación.
Software: el iOS más nuevo con la navegación de antaño
El iPhone SE (2022) viene de fábrica con la última versión de iOS 15 (iOS 15.4), habiéndose actualizado ya varias veces desde su lanzamiento en octubre con los iPhone 13. Es una versión bastante parecida a iOS 14 y que ya comentamos en cada uno de los anteriores iPhone, así que daremos un breve paseo.
iOS viene sin bloatware de terceros (ni siquiera las apps de Google), aunque mantiene algunas apps propias que seguramente no serán mayoritarias entre sus usuarios como la de Bolsa o iTunes store, pero desde hace varias versiones ya se pueden eliminar si no se desean. Como ya hemos ido diciendo, las apps se reparten en dos espacios: un escritorio y la Biblioteca de apps (siempre será la pestaña más a la derecha).
Así luce el escritorio del iPhone SE (2022) acabado de sacar de la caja.
No podemos alterar la distribución de la parrilla y en este caso la navegación es la histórica de iOS hasta la llegada del notch: el centro de control emerge si deslizamos desde abajo y la cortina de notificaciones desde arriba. No hay botón de atrás (salvo el acceso que aparece por software) y el Touch ID hace de botón de inicio, así como para llamar a Siri.
El centro de control.
El asistente de Apple es bastante atento, tanto ante esta llamada como a la voz, y junto a Atajos nos puede servir para automatizar y hacer más cómodos algunos flujos de acciones. Una parte más reciente son también los modos de concentración, aunque a la hora de configurarlos hemos de tener en cuenta que se pueden cortar algunos segundos planos de apps (por ejemplo, las de registro de actividad deportiva).
Los modos de concentración no son nada nuevo a nivel de industria, pero son un aliciente reciente y bastante útil en el sistema de Apple (sobre todo si queremos tener un mismo móvil y SIM para trabajar y nuestra vida social.
No tenemos modo juego, ajustes de pantalla y sonido avanzados y sigue siendo enrevesado que los ajustes de cada app propia estén en el menú general de ajustes. Cada vez que queremos modificar algo de la cámara o la app de Mail hemos de ir al menú general y se pierde tiempo, además de a veces no ser demasiado intuitivo (como ocurre al querer cambiar la acción por defecto de deslizar en Mail). App que sigue también siendo lenta en sus notificaciones con respecto a otras (por actualizarse menos a menudo).
Los ajustes generales de iOS 15.4 en el iPhone SE (2022).
Acompañadme en esta bonita historia de configurar algo de Mail (una vez más).
El sistema funciona muy bien y hay añadidos bastante útiles, con las ventajas que supone cuando se tienen dispositivos de la marca (AirDrop, trasladar el audio a un HomePod, etc.). Pero la personalización es casi nula y falta alguna opción como la de poder forzar la conexión WiFi con respecto a la de datos cuando la primera es algo menos intensa (especialmente porque los iPhone suelen perder antes la señal que muchos móviles Android).
Biometría
Sección corta esta vez porque no Face ID, no party. Con marcos totalmente simétricos y el Touch ID, la lectura de huellas es el único sistema biométrico de este móvil. En 2022.
Lo bueno: Touch ID ha sido siempre y sigue siendo un sistema fiable, rápido y eficaz, incluso con dedos humedecidos. El registro de la huella es también muy rápido y podemos introducir hasta cinco dedos.
Lo no tan bueno: nos hemos acostumbrado mucho al reconocimiento facial y a veces se echa de menos. Se entiende que por la filosofía del fabricante no se opte por un sistema de reconocimiento facial sencillo con la cámara frontal (desprovista de toda la maquinaria de sensores de Touch ID), pero aun así no podemos evitar sentirlo como una carencia con respecto a la competencia.