«Algo que solo Apple podría hacer». Esas fueron las palabras que dijo Tim Cook antes de abrir la caja que contenía el iPhone 12 mini, el iPhone más pequeño de los cuatro que componen el catálogo actual de la compañía. Es, literalmente, un dispositivo que no tiene competencia. No existe ni un solo gama alta, porque el iPhone 12 mini es un gama alta en mayúsculas, que ofrezca lo que ofrece el iPhone 12 mini: un rendimiento sobresaliente en un tamaño reducido.
El movimiento de Apple fue de lo más curioso, ya que los tres iPhone restantes aumentaron ligeramente su tamaño. Además, el lanzamiento de este producto llega justo cuando los smartphones están empezando a tener diagonales que comienzan a acercarse a las siete pulgadas (con relaciones de aspecto más alargadas, claro). En pleno apogeo de los móviles grandes, Apple se lanza a la piscina de los móviles pequeños. ¿Qué tal es la experiencia con este iPhone 12 mini?
IPHONE 12 MINI | |
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DIMENSIONES Y PESO | 131,5 x 64,2 x 7,4 mm 133 gramos |
PANTALLA | Super Retina XDR OLED de 5,4 pulgadas Resolución FullHD+ (2.340 x 1.080 píxeles) 476 ppp True-Tone HDR 625 nits |
PROCESADOR | Apple A14 Bionic Neural Engine |
MEMORIA RAM | 4 GB |
ALMACENAMIENTO INTERNO | 64 GB 128 GB 256 GB |
CÁMARA TRASERA | Principal: 12MP, f/1.6, OIS, QuadLED flash Secundaria gran angular: 12MP, f/2.4 Vídeo: 4K/60fps, 1080p/240fps, HDR |
CÁMARA DELANTERA | 12MP, f/2.2 TOF 3D |
BATERÍA | 2.227 mAh Carga rápida 18W MagSafe hasta 15W Carga inalámbrica hasta 7,5W |
SISTEMA OPERATIVO | iOS 14.2 |
CONECTIVIDAD | 5G sub-6 GHz 4G (Gigabit LTE MIMO 4×4 y LAA) WiFi 6 con MIMO 2×2 Bluetooth 5.0 NFC GPS dualSIM, eSIM Chip UWB |
OTROS | Resistencia IP68 Altavoces estéreo Dolby Atmos |
PRECIO | Desde 809 euros |
Diseño: algo pequeñito…
El iPhone 12 mini al lado del iPhone 11 Pro.
Comenzamos hablando del que, sin lugar a dudas, es el principal atractivo del iPhone 12 mini: su diseño y su tamaño. A efectos prácticos, y esto es algo que conviene tener presente a la hora de tantear el dispositivo para su posible compra, estamos ante un iPhone 12 en miniatura. Todo lo referente a materiales, acabados, sensaciones en mano (quitando el tamaño) y construcción se podría copiar y pegar perfectamente del análisis del iPhone 12 porque, como digo, es exactamente lo mismo, pero más compacto.
Así pues, tenemos una trasera acabada en cristal de color verde en nuestro caso, aunque está disponible un amplio abanico de colores. A diferencia de lo que sucede con los Pro, el iPhone 12 mini sí que se llena de huellas. Es uno de los problemas inherentes al cristal y aunque el color verde disimula ligeramente la suciedad, las huellas siguen estando ahí. Sea como fuere, la sensación en mano es sobresaliente. Si de algo sabe Apple es de diseñar smartphones y el iPhone 12 mini, a pesar de su tamaño, se siente extremadamente premium. Además, apenas resbala.
En la parte trasera tenemos el módulo con la doble cámara, el flash LED y un micrófono. El módulo es similar al que vimos en el iPhone 11 y de ahí en adelante. Que guste más o menos depende de cada usuario, a mí al menos no me disgusta lo más mínimo. Está bien integrado con el chasis del terminal y tiene un acabado más pulido y de color mate. No sobresale tanto como el del iPhone 11 Pro, pero lo hace, lo que significa que el terminal se tambalea si lo dejamos con la pantalla hacia arriba sobre una mesa. Esto y el problema de las huellas se soluciona con algo tan sencillo como una funda.
El iPhone 12 mini, como sus hermanos, bebe del iPhone 5 para su estética. Después de varias generaciones de iPhone con bordes redondeados, los iPhone 12 vuelven a apostar por los bordes cuadrados. Esto es bueno, porque lucen realmente bien, pero también supone un sacrificio en términos de comodidad. Los iPhone 11 se integran muy bien en la mano, ya que los bordes redondeados hacen que sea más fácil sujetarlos. Los bordes cuadrados, sin embargo, se clavan algo más. Esto quizá sea más evidente en los modelos más grandes, pero el iPhone 12 mini lo compensa con un tamaño más reducido.
Pero más allá de hablar de materiales y construcción, creo que lo realmente interesante es hablar de la experiencia con un móvil pequeño. Y aquí conviene hacer el primer matiz: el iPhone 12 mini no es tan pequeño como podría parecer. Mi móvil personal es un iPhone 11 Pro y no he notado un cambio demasiado drástico en la experiencia diaria. Es más pequeño, no hay duda, pero realmente la sensación es, de alguna forma, relativamente familiar.
No obstante, debo reconocer que la sensación con el iPhone 12 mini es más parecida a la que tuve con el iPhone SE (2020). Es muy cómodo tener, manejar y usar un móvil compacto. Si ponemos el iPhone 12 mini al lado de un iPhone SE (2020) veremos que el iPhone 12 mini es casi como el segundo, pero todo pantalla y con notch. ¿Qué significa eso? Que es muy, muy, muy fácil de usar con una sola mano.
Es, sin duda, uno de los grandes cambios con respecto al resto de modelos. El iPhone 11 Pro pesa 188 gramos, pero el iPhone 12 mini se queda en 133 gramos. Se nota mucho más ligero, aunque no por ello menos equilibrado. Es muy agradable de sujetar durante largas sesiones y en el bolsillo apenas se nota que lo llevamos, menos aún si usamos pantalones anchos. También ayuda que sea menos grueso.
En definitiva, tenemos un smartphone compacto, ligero, bien construido, que se siente premium y que es agradable de usar. Es un terminal de la gama más alta en formato reducido y, como veremos a lo largo del análisis, no tiene nada que envidiarle al resto de sus hermanos. Es un iPhone 12 miniaturizado. Si del iPhone 12 nos gustó cómo transmitía ligereza, en el iPhone 12 mini nos ha gustado todavía más.
Pantalla: que su tamaño no te engañe
Como decíamos, el iPhone 12 mini es un iPhone 12 en miniatura. Eso aplica también a la pantalla, ya que tenemos exactamente el mismo panel que el iPhone 12, pero más pequeño. En este apartado conviene destacar que Apple se ha desecho completamente de los paneles IPS/LCD y que todos los iPhone 12, el mini incluido, montan paneles OLED.
En este caso encontramos una pantalla de 5,4 pulgadas con resolución FullHD+ (2.340 x 1.080 píxeles), lo que se traduce en más de 400 píxeles por pulgada. El brillo máximo en condiciones normales es de 625 nits, pero asciende a más de mil con el HDR. En pocas palabras, la pantalla se ve perfectamente a plena luz del día, en interiores y exteriores, y de noche. Las pantallas OLED de los iPhone siempre han destacado por ofrecer un buen rendimiento y la del iPhone 12 mini no es una excepción.
El notch sigue haciendo acto de presencia y quizá sea más llamativo en este móvil que en sus hermanos. ¿Por qué? Porque a pesar de que la pantalla es más pequeña el notch sigue siendo del mismo tamaño, lo que hace que llame todavía más la atención. ¿Es estético? No, hay soluciones más disimuladas como los móviles Android han demostrado. ¿Es simétrico? No, en absoluto. ¿Molesta? Ni lo más mínimo. Puede chocar al principio, pero con el paso del tiempo te acabas haciendo a él. Eso no quita que ya empiece a lucir un poco «anticuado», dicho sea de paso.
La pantalla, como decimos, se ve perfectamente y conviene que su tamaño no nos engañe. 5,4 pulgadas son 5,4 pulgadas, vamos, que no son pocas. ¿A dónde quiero llegar? A que si bien es cierto que un móvil de 6,5 pulgadas nos da una experiencia mucho mejor al una película o un vídeo de YouTube, el iPhone 12 mini tampoco se queda corto. Esto se aplica de la misma forma a los juegos, por cierto.
No se ve igual y no es tan inmersivo, pero es posible y está, sencillamente, bien. Igualmente, no es un móvil que esté pensado para ver películas, sino para ofrecer un rendimiento sobresaliente en un tamaño compacto a aquellos usuarios que estén dentro del ecosistema Apple (o quieran entrar) y prefieran no llevar un ladrillo en el bolsillo. Pero que si quieres ver el último episodio de ‘The Mandalorian‘ en el iPhone 12 mini puedes hacerlo sin achinar los ojos. Yo lo he hecho.
Lo que sí se podría esgrimir es que Apple se ha quedado atrás en cuanto a tasa de refresco. Llevamos tiempo viendo los 90 Hz, 120 Hz y hasta 144 Hz en los smartphones Android de gama media y alta y ya va tocando que Apple se sume a esta tendencia. Es de esas cosas que no se valoran hasta que las tienes y te las quitan. No hemos echado en falta más fluidez al interactuar con el iPhone 12 mini, pero basta con usar otro móvil con 90 o 120 Hz para darse cuenta de que la experiencia es mucho mejor. Quizá el año que viene sea el momento, pero por ahora toca conformarse con los 60 Hz.
Otro asunto es el lector de huellas. Aunque las primeras generaciones de lectores de huellas bajo la pantalla tenían margen de mejora, la tecnología ha mejorado mucho y ahora funciona realmente bien. Entiendo la filosofía de Apple de no lanzar algo hasta que esté pulido y funcione perfectamente (ejem, 5G, ejem), pero habría agradecido tener un lector de huellas bajo la pantalla o en el lateral.
Sonido: bien, pero sin destacar
No está de más rematar el apartado multimedia hablando del sonido. El iPhone 12 mini tiene un altavoz algo más pequeño que el del iPhone 12, pero se escucha bien. Es posible escuchar música, ver vídeos o una serie con el altavoz sin mayor problema siempre y cuando seamos conscientes de que al pasar del 70% de volumen ya comenzamos a notar cierta distorsión. Si nos mantenemos por debajo de este nivel conseguiremos una buena experiencia.
Quizá se nota menos contundencia que en los hermanos de mayor tamaño, pero es evidente que Apple ha tenido que hacer ciertos sacrificios en el tamaño de los componentes para lanzar este iPhone en miniatura. De acuerdo al despiece de iFixit, los miniaturizados han sido el Taptic Engine (el motor de vibración), el altavoz y, por supuesto, la batería. No quiero decir que el iPhone 12 mini se escuche mal, al contrario, se escucha bien, pero sin llegar al nivel del resto de iPhone 12.
Decir que el iPhone 12 mini no tiene jack de auriculares es como decir que el cielo es azul o que la nieve está fría. Apple hace años que se deshizo por completo de este componente y, en este caso, está más que justificado. Literalmente, no hay espacio para meter el jack de auriculares dentro del dispositivo. Si queremos usar auriculares la única opción será usar un adaptador USB tipo C – jack (que no viene en la caja) o apostar por unos auriculares inalámbricos.
Rendimiento: grande por dentro
Sobre los 4 GB de memoria RAM, cabe destacar que, como los miliamperios hora de la batería, en Android van por un lado y en iOS por otro. Son sistemas operativos radicalmente opuestos y no necesitan la misma cantidad de recursos, por lo que con 4 GB de memoria RAM vamos más que servidos. No hemos echado en falta más potencia ni para jugar, ni para navegar, ni para nada de nada. 4 GB de RAM están bien y el Apple A14 Bionic es una garantía de futuro no solo para este año, sino para los venideros.
Los 64 GB de almacenamiento base, sin embargo, ya son criticables. Hablo a título personal: yo soy un usuario que tiene todo en la nube y apenas guarda archivos en local, por lo que no tengo problemas con 64 GB, pero entiendo que haya usuarios que reciban/manden muchos archivos por WhatsApp, que gusten de descargar listas de reproducción de Spotify y que sigan almacenando cosas en la memoria del teléfono. En ese caso, 64 GB se pueden llegar a quedar cortos y, por lo tanto, conviene apostar por una versión con más almacenamiento (128 o 256 GB).
En cuanto a la experiencia en juegos, es la que se podría esperar de un dispositivo con un procesador como este. Salvando la falta de 90 Hz o más, el dispositivo es capaz de mover cualquier título que deseemos, como ‘Call of Duty: Mobile’, ‘PUBG Mobile’, ‘Mobile Legends: Bang Bang’ o ‘Pokémon GO’. Hemos podido jugar sin lag, tirones o saltos de frames y sin notar un calentamiento más preocupante de la cuenta, aunque sí un ligero aumento de la temperatura de la parte trasera.
Biometría: Face ID sigue convenciendo
El ángulo de detección es amplio, similar al de los iPhone 11, y eso es una buena noticia de cara a desbloquear el teléfono en posiciones menos naturales. Sin embargo, al no tener lector de huellas tenemos que levantar sí o sí el teléfono para poder acceder a él, o bien introducir el código de desbloqueo. Como decíamos anteriormente, no habría estado de más tener un lector de huellas bajo la pantalla o lateral, pero lo que tenemos es lo que tenemos y, por fortuna, funciona bien salvo en este tipo de situaciones.
Software: iOS 14 a la carga
El apartado del sistema operativo siempre es complicado cuando analizamos un iPhone. A diferencia de los móviles Android, que cada uno tiene su capa de personalización, sus propias opciones y su propia forma de entender el sistema operativo, todos los iPhone son exactamente iguales.
Para el caso, vamos a centrarnos en las novedades más destacadas y en la experiencia con el sistema operativo. La primera y más llamativa novedad son los widgets. Ahora iOS nos permite colocar widgets en la pantalla de inicio y en la panel secundario que hay al deslizar hacia la derecha, algo que ha tardado en llegar y que por fin lo ha hecho. La oferta no es tan variada como la que hay en Android, pero lo que hay funciona perfectamente.
Se echan en falta algunos widgets útiles, como un controlador para Spotify, un acceso que nos permita ver las conversaciones de WhatsApp sin abrir la app, etc., pero algo que gusta es que todos los widgets están muy cuidados, tienen un diseño muy similar a los demás y el diseño de la interfaz muestra cohesión. Es de esos detalles que se agradecen que estén ahí, sobre todo para los que valoramos tener una misma estética en el móvil.
La segunda novedad es el cajón de aplicaciones, y con él tengo mis manos y mis menos. Apple agrupa las apps por orden alfabético y en carpetas temáticas de forma inteligente: las redes sociales con las redes sociales, los juegos con los juegos, y así sucesivamente, pero no permite crear carpetas personalizadas. Sí podemos hacerlas en la pantalla principal, pero no en el cajón de apps. Eso permite que tengamos las apps ordenadas, pero no como realmente querríamos, sino como Apple considera que queremos tenerlas ordenadas. Un ejemplo sencillo: Twitch la mete en la carpeta «Creatividad» y no en la que yo la metería, que sería «Entretenimiento» junto a YouTube y compañía.
Ahora bien, aquellos que conozcan iOS se encontrarán con un sistema operativo familiar, con una excelente integración con el resto de productos de Apple (y no tan buena con productos de otras marcas) y un rendimiento sobresaliente. No hemos tenido problemas de lag, caídas de frames, tirones o fallos de estabilidad. iOS 14.2 está muy bien pulido y la experiencia, con sus más y sus menos, es muy satisfactoria.
Batería: ser pequeño tiene un precio
Y llegamos así al punto más controvertido del iPhone 12 mini: la batería. Apple tiene esa mala costumbre de no publicar los miliamperios hora de su batería, pero gracias al despiece de iFixit sabemos que el dispositivo monta 2.227 mAh. Es algo más que el iPhone SE (2020), pero tampoco es una cifra excesivamente alta. De hecho, en Android bastaría con ver el número para saber que posiblemente vamos a tener problemas de autonomía, pero ya decíamos antes que los mAh en iOS siguen su propio camino.
Igualmente, el iPhone 12 mini tiene menos batería que sus hermanos y eso supone que tenemos una menor duración. No es que sea complicado llegar al final del día si no le pedimos mucho, pero si hacemos un uso más intensivo de la cuenta es probable que para ya entrada la tarde el dispositivo nos pida cargador. Por ejemplo, un día de uso algo más pesado de la cuenta llegamos a las 17:00 con poco menos del 30% de batería.
Haciendo un uso moderado (ver alguna película, redes sociales, hacer algunas fotos y echar alguna partida) nosotros hemos conseguido una media de 5:30 horas de pantalla activa. Para que nos hagamos una idea aproximada de los consumos, una hora de Netflix se tragó un 11% de la batería y 15 minutos de cámara, grabando vídeos y tomando fotos, un 3%. No es la autonomía más alta del mercado, está claro.
- Comprar un cargador USB tipo C de 18W para usar el cable incluido en la caja y aprovechar la carga rápida.
- Comprar un cable USB A – Lightning para usar un cargador que tengamos por casa, sea compatible con carga rápida o no.
- Apostar por la carga inalámbrica, a medias.
Usando un cargador cualquiera cargaremos el iPhone con una potencia de 5W, que es más lenta, pero que no supone mayor inconveniente si somos de dejar el móvil cargando por la noche (el iPhone se encarga de optimizar la carga para no degradar de más la batería). Con el cargador de 18W, que yo tengo del iPhone 11 Pro, el dispositivo tarda en cargarse por completo poco menos de una hora y media, consiguiendo un 30% de batería en solo 15 minutos.
Cámara: un iPhone 12 en miniatura
Por un lado, tenemos una cámara principal compuesta por dos sensores de 12 megapíxeles. El principal es un angular estándar con apertura f/1.6 y estabilización óptica de imagen, mientras que el segundo tiene una apertura f/2.4 y no tiene OIS, sino una estabilización automática. La cámara delantera, por su parte, tiene una resolución de 12 megapíxeles con apertura f/2.2.
¿Dónde están las novedades? Con los datos en frío no parece que las haya, pero haberlas haylas. Las principales son que ahora el gran angular y la cámara delantera son compatibles con el modo noche y con Deep Fusion y que la cámara trasera graba vídeo Dolby Vision (a.k.a. vídeo en HDR). Pero decíamos también que hay puntos a tener en cuenta, y es que el iPhone 12 mini, como el iPhone 12, deja caer el telefoto.
App de cámara
La app de cámara del iPhone 12 mini es exactamente la misma que la que hemos visto en otros tantos móviles de la compañía. Es una cámara muy pensada para abrir, disparar y ya, como todo en el iPhone. No tiene demasiadas opciones adicionales, como un modo manual, pero sí filtros de diferentes tipos y, desde hace algún tiempo, la posibilidad de cambiar la resolución y los cuadros por segundo desde la propia app.
Como viene siendo costumbre, en la parte inferior tenemos los diferentes modos de disparo, el obturador, un acceso directo a la galería y el botón para cambiar de cámara. En la parte superior el flash, la configuración del modo noche y la opción para activar o desactivar las Live Photos. Deslizando hacia arriba desplegaremos más opciones, como los filtros, el formato de captura, la compensación de exposición, el temporizador y los filtros.
El resto de ajustes están, valga la redundancia, en los ajustes del móvil. Allí podremos activar la cuadrícula, activar o desactivar la detección de escenas, la corrección de lente, el HDR inteligente y ver o o no el área fuera del marco, pero poco más. Como vemos, una aplicación muy sencilla, fácil de usar, intuitiva y muy enfocada a sacar el móvil, echar una foto rápidamente y volver a guardarlo en el bolsillo. Pero vayamos a los resultados.
Fotografía de día
Cuando la luz acompaña el iPhone 12 mini consigue unos resultados bastante buenos. Al fin y al cabo, es un iPhone 12 en todos los sentidos, por lo que las imágenes que conseguimos son muy parecidas. El nivel de detalle no es tan, tan alto como el que hemos visto en otros móviles, pero la cámara consigue conservar las líneas bien definidas.
A diferencia de otros fabricantes, el enfoque de Apple no es tanto ofrecer una imagen de 108 megapíxeles, sino una foto fiel a la realidad, con buenos colores, buena iluminación y correcta en términos generales, y el iPhone 12 mini cumple con creces este cometido. Sabe comportarse incluso en situaciones más complejas gracias al HDR, que consigue levantar las sombras y rescatar las luces altas, y la foto global sale realmente bien.
Cuando pasamos al gran angular encontramos lo que cabría esperar. Los grandes angulares, por norma general, tienden a conseguir menos nivel de detalle en los objetos lejanos y diferentes colores, generalmente más rojizos. Apple ya corrigió este problema en los iPhone 11 y ahora lo vuelve a hacer. La cámara se vale de algoritmos para conseguir el mismo color en todas las imágenes con independencia del sensor y el resultado es realmente bueno.
Evidentemente, tenemos una pérdida notable de nitidez a pesar de que el gran angular tiene la misma resolución que el sensor principal. Por otro lado, el dispositivo corrige bien la distorsión de lente, pero no evita que los extremos de la imagen salgan ligeramente inclinados o con relaciones de aspecto algo desproporcionadas. Es algo que suele sucede en todos los móviles con gran angular y tiene que ver con la lente. El software puede ayudar, pero no hace magia.
Zoom x5 en modo automático.
Si intentamos hacer zoom veremos por qué es importante tener un telefoto. Aunque el nivel de detalle es correcto, cinco aumentos no son demasiados y al ser digitales tenemos una sensible pérdida de nitidez. Además, se puede apreciar cierto efecto acuarela. Servirá para sacarnos de un apuro en momentos puntuales, pero lo que hay es lo que hay: un sensor de 12 megapíxeles que hinca la rodilla cuando lo exponemos al cropping del zoom digital.
Selfie de día
Selfie en automático.
¿Y qué tal los selfies? Realmente bien, sorprendentemente bien, de hecho. El iPhone 12 mini monta un sensor de 12 megapíxeles que, de nuevo, no tiene la resolución más alta del mercado, pero es suficiente para sacarnos una foto con un muy buen nivel de detalle, unos colores fieles a la realidad y un HDR solvente capaz de recuperar detalles de la foto. Quizá entre en juego Deep Fusion, que consigue mejorar la nitidez de la imagen en ciertas situaciones.
A la izquierda con gran angular y a la derecha con angular normal.
Como en la serie anterior, la cámara del iPhone 12 mini es realmente un gran angular, por lo que podemos sacarnos una foto más de cerca o alejar la imagen para capturar más escena. Esto lo podemos hacer manualmente o dejar que el iPhone decida (básicamente, cuando ponemos el móvil en horizontal el iPhone entiende que vamos a tomarnos un selfie grupal y activa automáticamente el gran angular). En ambos modos el resultado es más que correcto.
Modo retrato.
Y en lo referente al modo retrato, la nitidez del sujeto es exactamente la misma que en los selfies. Además, la cámara consigue recuperar los fondos quemados. El recorte es realmente preciso, aunque no perfecto. Algunos detalles del pelo, por ejemplo, tienden a salir algo desenfocados, pero se nota cierta mejora con respecto a la generación anterior. Cabe destacar que podemos modificar el nivel de desenfoque antes y después de la foto y que la cámara no tiene problema en detectarnos con la mascarilla puesta.
Fotografía de noche
Sensor principal sin modo noche.
Cuando la noche cae el iPhone 12 mini consigue mantener la compostura, aunque saca a relucir sus defectos. La nitidez el nivel de detalle de las imágenes no tiene nada que ver con las fotografías diurnas y al hacer zoom notamos que, efectivamente, no estamos usando un telefoto con zoom óptico. Eso no quiere decir que la cámara no rinda, nada más lejos de la realidad, simplemente que la noche no es su momento. Un matiz antes de ver las fotos: están tomadas con el modo noche desactivado, ya que a él llegaremos más adelante.
El sensor principal consigue salvar la escena. La imagen tiene una nitidez suficiente, los detalles están relativamente bien conservados y el dispositivo es capaz de dar la talla. No es la mejor foto nocturna en términos absolutos, pero al menos mantiene la naturalidad de la escena. Los amarillos no están demasiado exagerados y, en pocas palabras, la foto sale bien, pero sin destacar.
Sea como fuere, lo más normal cuando hacemos fotos de noche es que la cámara active el modo noche automáticamente. Este nos permite tomar una larga exposición de hasta 30 segundos si ponemos el dispositivo sobre una superficie estable o un trípode, pero lo más normal es que sea de entre dos y tres segundos para fotos del día a día en entornos medianamente iluminados como una ciudad cualquiera. Mi consejo personal: dejadlo siempre activado. El iPhone detecta muy bien cuándo tiene que usarlo y los resultados son notables.
El modo noche se puede usar tanto con el sensor principal (zoom x5 incluido) como con el gran angular. En ambos casos se aprecia una sustancial mejora de las imágenes. Podemos comprobar que las sombras están más iluminadas, que las zonas luminosas tienen más nitidez y que la foto en general es mucho más llamativa. Es cierto que no es la mejor foto nocturna del mercado, pero el modo noche ayuda a que las imágenes resultantes sean mejores de lo que serían en otro contexto.
El iPhone 12 mini no es un móvil para todos los públicos. Seguramente no satisfaga a los usuarios que gusten de tener una pantalla más grande, más batería y más opciones fotográficas, pero es único en su especie y eso lo deja en una posición privilegiada.
Puede que la preocupación principal sea el tamaño y la batería, pero ya ha quedado claro que sin ser el modelo con mayor autonomía del mercado, es capaz de aguantar un día de uso moderado. Su tamaño es excelente. Es cómodo de usar con una sola mano, no pesa y se siente muy premium. La pantalla se ve realmente bien y el rendimiento pone la guinda. Es posible disfrutar de juegos y películas, sin duda, aunque no al nivel de otros móviles, iPhone y no iPhone, más grandes.
El iPhone 12 mini es el móvil a comprar si buscamos un terminal de gama alta con iOS que sea pequeño, y para lo bueno y para lo malo, es único. El iPhone 12 mini apunta a un nicho de usuarios muy particular: aquellos que se niegan a tener un móvil enorme en el bolsillo, pero que no quieren un gama media Android. No obstante, no me cabe duda de que el iPhone 12 mini sentará precedente y no me extrañaría lo más mínimo que el año que viene comencemos a ver terminales de gama alta Android pequeños, y será entonces cuando toque poner al modelo de Apple frente a la competencia.